La historia del Cafè de les 7 Portes

Si eres un amante de la historia, de la buena comida y del ambiente relajado y acogedor, entonces tienes que conocer el "Café de las 7 Puertas"

Pero ¡un momento! Olvídate de los siete puertas, ¡son ocho! Y para empezar, hay que agradecer al millonario Josep Xifré i Cases por encargar esta obra de arte en pleno paseo de Isabel II allá por el 1830.

¿Quién no querría tener un café lujoso y elegante en su propia casa? Y así nació el famoso Café de las 7 Puertas.

Pero esto no es todo, la casa Xifré ha sido testigo de muchos eventos importantes a lo largo de los años.

¿Sabías que aquí se tomó la primera fotografía en España? ¡Así es! Y para los amantes de la música, también hay una historia interesante.

Los sótanos de la casa Vidal Cuadras solían acoger la mítica Sala Monasterio donde actuaban importantes músicos nacionales e internacionales de rock, jazz, blues y músicas de distintos lugares del mundo.

Pero centrémonos en lo que nos importa, el restaurante.

Desde su inauguración en manos del señor Josep Cuyás, hasta su ampliación con la compra de la que había sido la primera horchatería de Barcelona, el Café de las 7 Puertas se ha ganado su lugar como uno de los restaurantes más famosos y prestigiosos de la ciudad.

Y esto se debe en gran parte a la dirección del matrimonio Morera, que convirtió el café en restaurante en las primeras décadas del siglo XX.

Pero como bien sabemos, la continuidad y el éxito de un negocio se deben a la perseverancia y al amor por lo que se hace.

Y en este caso, la continuación del legado del Café de las 7 Puertas está en las manos de Francesc Solé Parellada, nieto del dueño original de la antiquísima Fonda Europa que tomó a su cargo el 7 Puertas en 1942.

Hoy, 175 años después, el restaurante sigue siendo un referente gastronómico de Barcelona a nivel internacional, manteniendo su sabor local y sus tradiciones catalanas.

Así que si estás buscando un lugar con historia, buena comida y ambiente acogedor, no dudes en visitar el Café de las 7 Puertas.

Y quién sabe, quizás también puedas dejar tu firma en sus paredes o ser atendido por alguno de los empleados que llevan más de cuarenta años dedicados al lugar.


Otros artículos relacionados